Escribe, Byron Armando Sabio Álvarez
(Colaboración desde Honduras)
Siempre cuando se le pregunta a un ciudadano común por la opinión que tiene sobre los políticos o un partidos político en particular, es muy probable que te respondan: “No quiero saber nada de ellos, solo tiran agua para su molino”; “Son un atajo de corruptos todos los que son políticos”; “Solo nos buscan cuando quieren el voto”; “Cuando ellos (los políticos) nos necesitan ahí estamos nosotros pero, cuando nosotros (los votantes) los necesitamos ya no se acuerdan que le ayudamos a escalar donde están”; y así podría escribir una letanía sobre las percepciones que tienen de los votantes en mi país Honduras, y muy probablemente escucharía estas respuestas en la hermana Republica del Perú, pues los latinoamericanos en la mayoría compartimos casi los mismos criterios sobre las instituciones partidarias y sus miembros.
(Colaboración desde Honduras)
Siempre cuando se le pregunta a un ciudadano común por la opinión que tiene sobre los políticos o un partidos político en particular, es muy probable que te respondan: “No quiero saber nada de ellos, solo tiran agua para su molino”; “Son un atajo de corruptos todos los que son políticos”; “Solo nos buscan cuando quieren el voto”; “Cuando ellos (los políticos) nos necesitan ahí estamos nosotros pero, cuando nosotros (los votantes) los necesitamos ya no se acuerdan que le ayudamos a escalar donde están”; y así podría escribir una letanía sobre las percepciones que tienen de los votantes en mi país Honduras, y muy probablemente escucharía estas respuestas en la hermana Republica del Perú, pues los latinoamericanos en la mayoría compartimos casi los mismos criterios sobre las instituciones partidarias y sus miembros.
Estas
respuestas dejan en evidencia, que los candidatos de los partidos una vez ya
electos se alejan de los electores desmejorando la relación entre gobernantes y
gobernados; es precisamente ahí donde entran los partidos políticos como
intermediarios entre los primeros y los segundos, como canalizador de los
intereses de la sus simpatizantes.
Y aunque
los informes del Latinobarómetro, revelan que las instituciones que mas
desconfianza producen son los partidos políticos, no llegan a un índice de
confianza de 35% en la región latinoamericana, y en las cúpulas partidarias no
se debate de forma sostenida y seria las razones por las cuales han caído en el
descredito, por lo tanto no se ve que en el fututo se dediquen a observar si
han cumplido con su tarea fundamental para lo que fueron creados.
De lo
anterior podríamos decir que se percibe a los políticos y a los partidos políticos como
ineptos, corruptos, faltos de transparencia y sensibilidad social.
De cara a
ello surgen las preguntas: ¿Tienen Futuro los partidos políticos? Y ante ello
¿Podrán los sistemas de partidos que imperan en nuestra región, garantizar la
estabilidad de la Democracia y el Estado de Derecho?
La
respuesta a ello para necesariamente por tres elementos el primero la importancia de la responsabilidad política;
no basta con estudiar la forma tradicional de las instituciones políticas y las
debilidades de los mecanismos de representación, se deben de tomar en cuenta
también las percepciones ciudadanas y como estas afectan a las instituciones
democráticas. Es primordial el valor subjetivo en especial cuando los espacios
de comunicación entre la sociedad y el gobierno son limitados o inexistentes. En
ese sentido responsabilidad política resulta, reforzar los vínculos entre los
ciudadanos, sociedad civil y las instituciones de gobierno.
El segundo
tiene mucho que ver con la calidad y la eficiencia de
las instituciones democráticas, incluyendo a las organizaciones partidarias.
No solo se trata de cumplir, se trata también de mejorar las acciones
institucionales en función de la representación, mediación y agregación de
intereses.
Un tercero
es la lucha contra la corrupción;
esto es importante entenderlo porque la “crisis de los partidos”
latinoamericanos, está directamente relacionada con los niveles de corrupción de sus gobernantes, es por ello
que debe de brindársele una atención minuciosa sobre el asunto de
Anticorrupción como prioridad de los candidatos que buscan ser gobierno, no
solo para superar el declive de las instituciones partidarias, sino también
para aliviar la tendencia generalizada del desencanto e insatisfacción con la
democracia.
En esencia estos son los retos que deben
enfrentar los partidos políticos y este es
su compromiso con Latinoamérica, pero
estos cambios serán posibles en la medida que los partidos permitan la
participación real de las masas que se agrupan en él; de manera que pueda responder
a todos los sectores que esperan ver un cambio cuantitativo y cualitativo que
se refleje en la calidad de vida de los habitantes.
En la
medida que los partidos tengan líderes menos autoritarios y más democráticos se
podrá avizorar en el horizonte un futuro con Esperanza, devolviéndole a la
gente la credibilidad en la democracia, en los políticos y como consecuencia en
las instituciones democráticas.
Lograr
esto sí es posible, se trata de saber responder a tiempo a las necesidades que
demandan los sectores menos favorecidos con las decisiones que en el pasado les
afectaron la posibilidad de tener más oportunidad y mejores opciones para los
tiempos venideros. Nosotros los jóvenes somos los llamados a generar los
cambios aplicando “Justicia Social, con Libertad y Democracia”
Quiero
agradecer de manera muy especial a Luis Alberto Sánchez Cáceres Líder de la
Juventud Aprista de Lima, Perú; por invitarme a publicar un artículo ente blog
de periodismo político “22 de Febrero”, en el marco de la celebración del
cumpleaños de Víctor Raúl Haya de la Torre, único Jefe del Aprismo Peruano.
He
escrito este artículo con la esperanza de poder contribuir con el proyecto de
periodismo político sin fronteras un abrazo fraternal desde Honduras.
Byron Armando Sabio Álvarez
Email: byronsabioalvarez@gmail.com
Excelente aporte de Byron Sabio Alvarez. Joven lider de mi pais!
ResponderEliminarSi muy bien articulo.
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